Cuaderno de bitácora en el que narro mis salidas y viajes en moto.
Frank el Navegante.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Al Bierzo y Extremadura: Muchos Dólmenes y un Castillo

Martes 22
Después de haber atravesado buena parte de la provincia de Cáceres a lo largo del día y tras dejar las maletas en el hotel de Valencia de Alcántara, nos vamos sin perder tiempo en busca de varios Dólmenes. Tengo previstas tres zona megalíticas, pero dadas las horas que son, prácticamente las 18h, la más alejada, más al sur, la dejaremos para mañana, pues nos viene de paso para seguir la ruta.


Para mí, sólo por lo que estamos a punto de ver ya merecía la pena venir a Extremadura. La gente suele maravillarse de las construcciones modernas y/o antiguas, pero a unos pocos también nos fascinan estas otras que se remontan, como poco, al Neolítico (Su datación real es complicada y está basada en el uso funerario que seguro se les dio en la época)

Esta es una zona repleta de estos megalitos, incluso hay alguna ruta a pie que parte del pueblo, pero nos limitaremos a ir en busca de los mejor conservados que localicé desde casa.
Empezaremos por dirigirnos al este. Un tramo de carretera, un poco de pista por la dehesa y nos acercamos a nuestro primer dolmen.

Aparcamos con el Dolmen Tapias I a la vista

La luna creciente le da un toque más místico a nuestra visita

Ahí dejamos a Scipiona

Una conmigo, para que se aprecie el tamaño

El interior

El Dolmen de Tapias I es de los primeros con documentación arqueológica del conjunto de Valencia de Alcántara. Está datado, como los demás, entre el IV - III milenio a.C, es decir, hace unos cinco o seis mil años



Que guapa la luna, aun de día, acompañándonos en nuestras visitas

Nos despedimos del enclave y el Dolmen Tapias I

El lugar es magnífico, una dehesa de alcornoques que han sido explotados, retirada su corteza para la fabricación del corcho

En las inmediaciones se encuentra el Dolmen Tapias II, pero no iremos en su búsqueda, pues no está en buenas condiciones.

Volvemos por la pista que nos trajo hasta aquí

Y tras unos cientos de metros en la carretera, torcemos por otra pista en busca de los siguientes. No tardamos en encontrarnos con una puerta, la cual puede ser abierta. Así que no lo dudamos y pasamos. Circulamos por un paisaje guapísimo, ascendiendo, pero al llegar a la siguiente valla -muro y puerta-, la puerta tiene una cadena y no se puede abrir.
Consulto el gps y le damos un vistazo a la zona. Aunque el Dolmen Zafra II no queda lejos, es una complicación ir a pie, y lo que es peor, ese lo llevo indicado porque nos coge de camino al que realmente quiero ver, el Zafra III. Así que decidimos que no nos complicaremos.

Una foto del lugar

Damos la vuelta y venimos por donde hemos venido. No hay tiempo que perder, pues, sé que en los siguientes dólmenes hay que aparcar y caminar un trecho para llegar a ellos.

Eso sí, disfrute de lo lindo paseando por estás pistas

Salimos por donde entramos

Ahora volvemos a atravesar Valencia de Alcántara y nos dirigimos al oeste. Un tramo de pista asfaltada y otro poco de pista y llegamos a las inmediaciones del Dolmen Huerta de la Monja, donde toca aparcar.

Por allí arriba debe andar el Dolmen

Ascendemos por entre las hierbas y helechos. El paisaje, como decía Merche, parece del Pleistoceno. Scipiona apenas si se ve allá abajo

Subimos entre las altas hierbas, por un sendero casi inexistente. Vamos, hasta dudaba si habría pillado bien la ubicación de este Dolmen. Pero al llegar arriba...

Dolmen Huerta de la Monja

El sol del atardecer juega entre nosotros y el Dolmen. Y es que todos los dólmenes están orientados con la entrada a la cámara (y su corredor, si lo tienen) al este. Por lo tanto el sol ahora está tras de él


Una imagen con Merche, para que se aprecie su gran tamaño

El interior

Indicios de un largo corredor

El enclave de ubicación en un paisaje muy guapo, casi en lo más alto del cerro, con altas hierbas y conjuntos de enormes rocas

Volvemos tras el pausado disfrute hacia la moto, entre los grandes helechos (una lastima que no se aprecie en la imagen lo majestuoso del paisaje. La zona era espectacular hasta donde abarcaba la vista)

Retornamos un tramo de pista para torcer por otro de los caminos hasta el siguiente, que está perfectamente indicado. Aparcamos en un cruce, donde igualmente está indicada la entrada a pie hacia la colina donde se halla el Dolmen.
Buena subida hay que hacer, de nuevo por una senda poco pisada (aunque está más que la del anterior sin duda)

Casi arriba del todo ya vemos el Dolmen Tapada de Anta

Otro esplendido dolmen, bastante bien conservado y con indicios de corredor.

El atardecer sigue jugando en mis fotos, o yo con él jejeje

Autofoto

El interior



Sin duda otra buena ubicación eligieron aquellos que lo hicieran

Y así, con la luna sobre el Dolmen, nos despedimos de él y de la zona

Volvimos a Valencia de Alcántara, al hotel, donde directamente nos tomamos unas birras bien frescas en la terraza. Pasaban de las 20h. En un par de horas habíamos visto probablemente tres de los mejores dólmenes del conjunto megalítico a luz del atardecer.
Luego, una ducha y bajamos a cenar en el propio hotel, de menú (sin duda lo mejor del hotel). Y a dormir pronto, que hoy llevamos una buena paliza.


Miércoles 23

Como ya comente en la crónica anterior, el hotel sin duda el peor de todo el viaje (también el más barato). La habitación en sí no estaba mal, sencilla, pero la cama... No hay nada peor que una cama que hace mil ruidos cada vez que te mueves y no suaves, precisamente. Y yo me muevo muuuucho, y más desde mi lesión del brazo... En fin, bajamos a desayunar sobre las 8:30h. Como está sólo el hombre que nos atendió ayer, desayunar se eterniza un poco y tenemos que auto servirnos desde la barra a la mesa... Pero bueno, como digo, el más barato. Y la cena fue muy buena y muy barata también.

Sobre las 9:45h salíamos de Valencia de Alcántara, ahora en dirección sur, para ir en busca de la tercera zona megalítica.

Unos pocos kilómetros de asfalto y nos metemos de buena mañana por pistas.
Pasaban de las 10h cuando llegamos a nuestro primer objetivo.

Dolmen Data I, situado en una propiedad privada, pero con fácil acceso, como puede observarse

En este caso, sólo se conservan los ortostatos verticales e indicios del corredor

Una del móvil de Merche, con ella junto al Dolmen para que se aprecie el tamaño

¡Que paisajes!


Al fondo, más allá de las ovejas, está el Dolmen Data II

El Data II está en mucho peor estado


Aquí las rocas parecen guijarros enormes, colocados caprichosamente por gigantes

Y los castaños muertos dan un aspecto alucinante al paisaje

Toca volver hacia Scipiona

Las ovejas comen la paja que les han puesto (había una casa cercana, con un gran perro vigilándonos desde una roca enorme), y llevan una pata trasera atada a otra delantera, lo que les impide correr

Continuamos pisteando, hacia el próximo dolmen. En el horizonte de la zona hay una colina que domina el paisaje y sobre ella una gran roca redondeada, de esas que parecen puestas adrede por un gigante de descomunal tamaño. Su nombre es El Batolito de la sierra de Jola, visible desde todos los dólmenes de la zona

Aparcamos y caminamos unos metros para visitar el siguiente, el Dolmen Mellizo. Otro de los más antiguamente conocidos de Valencia de Alcántara. Con su corredor corto, es, además de los pocos que conserva su cubierta, el único que tiene la puerta que salva la diferencia entre el corredor y la cámara 

Con Merche

Los ortostatos de un lateral están rotos, fragmentados en época moderna


Sin duda, junto a los tres de ayer, de los más bonitos de Valencia de Alcántara

En el interior

Entrada real a la cámara

Dejamos atrás el Mellizo y nos vamos en busca de los dos últimos que nos faltan. Pasamos junto a la senda que asciende al Cajarión I, perfectamente señalizado, como los anteriores, y seguimos hasta el Cajarión II (a la vuelta veremos el I)
Nuevamente hay que aparcar y ascender una pequeña loma a pie.

Dolmen Cajarión II con el Batolito de la sierra de Jola de fondo

Este no es tan grande, pero conserva su tapa

Y también restos del corredor

Desde luego, como el resto, situado en un lugar muy bien elegido



Volvemos hacia Scipiona

Y retrocedemos hasta parar en la entrada del Cajarión I. Nuevamente ascendemos una pequeña loma para llegar a él. Sin duda el peor conservado que visitamos

Uno de sus ortostatos está apuntalado con modernas vigas de metal

Su tapa, echada en tierra a un lado. Por lo visto en algún momento trataron de arreglarlo y no fue posible


Al menos, desde él observamos en la distancia, sobre las peñas de la sierra Jola, una zona de buitres. "Cazados" precariamente con el zoom

Salimos de la zona. Que gran sensación me ha dejado. No me importaría volver en otra ocasión, con calma, a recorrer estas zonas megalíticas a pie, disfrutando aun más del magnífico paisaje.

Hay que continuar con la ruta prevista, que aunque con retraso por haber dejado esta zona de dólmenes para hoy, entraba dentro de mis cálculos el hacerlo y tampoco nos descoloca el plan del día.

Ahora entramos en la provincia de Badajoz, vamos a Mérida, pero pararemos en el Castillo de Albuquerque y en el Dolmen de Lácara antes.


Llegábamos a Albuquerque sobre las 11:30h. Directos al castillo de Luna

Ascendemos

El castillo tiene horarios de visitas guiadas, únicamente, y gratuitas. Era la información con la que contaba, pero hemos subido por si acaso... En efecto es así. Abren a las 11h, 12h y 13h por la mañana, y a las 16h y las 17h por la tarde (Lunes cerrado)

Tenemos que esperar a las 12h, así que nos da tiempo a ir al pueblo a por una botella de agua, que hay sed. Volvemos a salir (La entrada, cerrada, está en la última puerta al castillo)

A toda prisa fuimos a comprar un agua a la plaza y vuelta al castillo, que "aun llegaremos tarde y veras..." jajaja... Resoplando llegamos arriba.

Dentro del castillo

Somos un pequeño grupo, cinco personas y el joven guía ademas de nosotros dos.


Torreón de Don Álvaro de Luna

Vistas de la comarca. Abajo, por donde el semicírculo, hacían los torneos medievales

Estancias de la tropa e iglesia

Escudo de Don Álvaro de Luna

Torre de las cinco puntas, y puente de unión al torreón

Torreón de Don Álvaro. Que unido por el puente, contaba con un levadizo en su entrada, de manera que podían aislarse del resto de la fortaleza en caso necesario

La mazmorra

Subimos a una de las murallas

Un tanto peliaguda la escalera jeje

Luego subimos a la torre de las cinco esquinas. Lo primero que vemos es un cagadero en una muralla, sobre el vacío.

Pensaba que luego volveríamos a pasar por aquí, así que no hice fotos con la gente en la torre, adelantándome al grupo hacia el torreón. Un error, pues han abierto puerta al torreón abajo y ya no volvimos.

Puente al Torreón

Este cuenta con cinco alturas y varias estancias


Salimos del torreón, de nuevo al patio de armas superior

Ahora nos movemos por unas terrazas laterales

Autofoto con el torreón al fondo

Caballerizas y cantina (que estaba cerrada)

Otra al torreón

Acabamos la vista, prácticamente una hora más tarde, entrando en la iglesia. Sin culto desde hace tiempo

Una última...

Nos despedimos del amable guía, no sin decirle que, grato trabajo tiene. Y volvemos a ponernos en marcha, de nuevo en dirección a Mérida.

Vamos circulando por la EX-214 y, justo un poco antes de llegar a La Nava de Santiago, veo a un lado de la carretera un grupo de buitres en tierra... Como no hay nada de tráfico, doy la vuelta y vuelvo.

Buitres Leonados en la sombra

Algunos estaban al sol

Bonita estampa de la dehesa extremeña. Habían muchos más, varios grupos buscando sombra bajo las encinas, y otros despreocupados al sol. Reunidos o solitarios.

Seguimos y ya no nos detendríamos hasta el desvío al Dolmen de Lácara. Una pista de tierra cortita, pues está cerrada al paso de vehículos en cuanto entras. Rondaban las 14h
Luego toca andar un buen trecho, 700 m., hasta llegar al Dolmen.

Por el camino, entre dehesas, encontramos en un letrero informativo la historia de la formación de las dehesas. Muy curiosa. Fueron los hombres del Neolítico, al asentarse y comenzar la agricultura y la ganadería los que dieron forma a estos paisajes, talando selectivamente los árboles, dejando principalmente las encinas y alcornoques que dan frutos con los que alimentar a los animales.

Tras caminar un rato, empezamos a ver lo que queda del túmulo


Explicación

Rodeamos el túmulo, para ver el Dolmen de Lácara en sí

Explicación

"Añadir que en su categoría es el mayor de España, sólo superado en la península por el de Évora, en Portugal (Que digo yo que habrá que ir a verlo... jajaja... En Portugal tengo muchos para ver)"

Lastima que sea medio día. Al atardecer o de buena mañana las imagenes hubieran sido mejores. Pero bueno, es lo que hay.

Dolmen de Lácara 

Yo en el vestíbulo

Corredor


Y Cámara


Espectacular la altura que tuvo que tener

El corredor visto desde la cámara

Subimos a los lados del túmulo, que han sido consolidados, para obtener otras perspectivas de esta gran obra



Autofoto con este grandioso megalito. Espectacular pensar que se atribuye su construcción a gentes que trabajaban con herramientas de piedra pulida (Finales del Neolítico, principios del Calcolítico)


Disfrutado a fondo el Dolmen volvemos a recorrer los más de 700 m. de camino. Para cuando volvemos a la moto se nos han hecho casi las 15h. Así que buscamos una sombra en la zona, con unos pilones a modo de banco, y nos preparamos la comida (Habíamos comprado pan y birras en Albuquerque)

Bocadillo de Ibérico de La Alberca, en la dehesa. ¿Qué mejor comida que esta?

Volveríamos a ponernos en marcha sobre las 15:30h, ahora ya con destino Mérida. A la que llegaríamos en menos de media hora, lo que nos dejaba toda la tarde en la ciudad después de pasar por el hotel. Pero eso queda para la siguiente crónica, pues, allí íbamos a pasar las dos siguientes noches, un día y medio. Crónica que dedicaré por completo a Mérida, la ciudad y sus monumentos.

Gran día megalítico este, que conservaré por mucho en mi retina (y lo que aun veríamos...) Recorrimos en total unos 137 Km.



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